En una galera romana, en pleno Meditrráneo, los galeotes o remeros bogavan al compás de un tambor tocado por un un miembro de la tripulación que hacía las veces de pregonero de la notícias para toda la tripulación:
– Galeotes, que os tengo que dar dos noticias, una buena y la otra mala ¿Por cuál empiezo? – gritaba el pregonero.
– ¡Por la buena, por la buena! – respondían al unísono los remeros
– Manaña nos visitará el César.
– ¿Y la mala?
– ¡Viene a practicar esquí acuático!
Al cabo de unas jornadas, el del tambor vuelve a la carga:
– Galeotes, que os tengo que dar dos noticias, una buena y la otra mala ¿Por cuál empiezo?
– ¡Por la buena!
– Mañana nos cambiaremos los calzoncillos
– ¿Y la mala?
– Tú con éste, áquel con el de su lado, …
En otra aciaga jornada, el pregonero ataca de nuevo:
– Galeotes, que os tengo que dar dos noticias, una buena y la otra mala ¿Por cuál empiezo?
– ¡Por la mala! – los remeros cansados de buenas notícias que no son tan buenas
– Mañana comeremos mierda
– ¿Y la buena?
– ¡Habrá para todos!
