– María, ¡prepárate que vamos a echar un polvo australiano!
– ¿Australiano? ¿Y eso … cómo demonios se hace?
– Muy fácil, mientras yo me tiro a la canguro, tú das botes por toda la casa.
– María, ¡prepárate que vamos a echar un polvo australiano!
– ¿Australiano? ¿Y eso … cómo demonios se hace?
– Muy fácil, mientras yo me tiro a la canguro, tú das botes por toda la casa.