El Ministerio de Obras Púbicas convoca unas oposiciones abiertas a capataz de obra mediante un examen oral individual. En el dia de la prueba existe una gran expectación y nerviosismo entre los opositores que forman una larga cola ante la entrada del tribunal.
– Que pase el primero – ordena el bedel.
– ¡Suerte, tú! – le desea el segundo al primero.
Una vez ante el tribunal:
– A ver, díganos Usted, una cosa con suela que se pone en los pies y sirve para andar.
Al cabo de 45 segundos de cavilación sin respuesta alguna:
– ¡Suspendido! La respuesta correcta era zapato. ¡Siguiente!
Al salir, el primero se encuentra con el segundo:
– ¿Qué? ¿Cómo ha ido?
– Mal, hombre. Se te enrollan mucho pá preguntarte lo que es un zapato. ¡Vete concuidado que estos van a por ti!.
Entra el segundo en el tribunal.
– A ver, díganos Usted una cosa de madera con cuatro patas y rodeada de sillas.
El aspirante, con cara de pillo, interpela al tribunal.
– ¿Tiene cordones?
– No
– ¡Mocasines!
