En la década de los 60 del siglo pasado, en un colegio/internado de cierta congregación religiosa para señoritas se celebra la fiesta de fin de curso con variedad de representaciones musicales y artísticas. Al final de éstas, una espontánea alumna salta al escenario con un inusitado entusiasmo:
– Yo, que soy de León, … ¡os entrego el corazón!!!
Aplausos y vítores. Sube otra al entarimado.
– Yo, que soy de Almeria, … ¡os doy el alma mía!!!
Como un resorte, se levanta la Madre Superiora y ordena:
– ¡Las de Logroño a la cama!!
