Movimiento Simio

Cierto día, la USGS (United States Geological Survey) sita en Reston (Virginia, EE.UU.) remitió una telegrama a la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres (Extremadura, España) con el siguiente texto:

PREDICCIONES INDICAN MOVIMIENTO SISMICO LOCALIZADO EN SU ZONA – stop- EPICENTRO UBICADO EN NAVAS DEL MADROÑO – stop – SALUDOS – stop

OCHO días después, la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres (Extremadura, España) remitió a la USGS (United States Geological Survey) un telegrama con el siguiente texto:

MOVIMIENTO SIMIO DESARTICULADO – stop – EPICENTRO Y SU BANDA PUESTOS A DISPOSICIÓN JUDICIAL – stop – PERDONEN RETRASO RESPUESTA – stop – HEMOS SUFRIDO TERREMOTO DE DOS PARES DE COJONES – stop – SALUDOS CORDIALES – stop

Uno que tenia sed

Entra un esqueleto en un bar y se acerca a la barra.

– Camarero, por favor.

– ¿Qué desea, señor?

– Una cerveza y una fregona.

Frutos del Deseo

Una tarde cualquiera, un niño de 7 años oye unos sonidos extraños procedentes de la habitación de su hermana, una joven de 18 años. Mira por la cerradura de la puerta y observa sorprendido a su hermana, desnuda, encima de la cama, como masajeandose y murmurando:

– ¡Quiero un hombre! …  ¡Quiero un hombre!

La escena, más que dejarle sorprendido, lo deja atónito pues no acaba de entender cuál era el motivo del ritual que su hermana practicaba. La sorpresa aparece cuando, tres días después, en ausencia de sus padres en la casa se da de bruces con un joven que salía de la habitación de su hermana.

En aquel momento entendió lo que había ocurrido tres días atrás y quiso aprovechar la situación para su propio beneficio. Corriendo, volvió a su habitación, se cerró con llave, se quitó la ropa, saltó encima de la cama e intentando imitar los movimientos que su hermana realizó; empezó a recitar:

– ¡Quiero una bicicleta! … ¡Quiero una bicicleta!

El perro gorilero

Un señor – que no un rey – se va a cazar gorilas en África Central y tan pronto pone pie en el suelo, se pone en contacto con el mejor guía para la caza de gorila. Este individuo le informa:

– Lo que le hace falta a usted es una red, una escopeta de dos cañones recortados y un perro gorilero.

– ¿Un perro gorilero? – responde el señor

El guía le aclara el tema:

– Lo que vamos a hacer es que yo me subo a un árbol, lo zarandeo, el gorila cae del árbol, el perro le muerde los huevos y, entonces, usted le echa la red encima.

– Entonces, ¿Para qué quiero la escopeta? – pregunta con mucha lógica el cazador

– Pues, si me caigo yo en lugar del gorila, mate al perro.

Un borracho en un autobús

Sube un borracho a un autobús y grita:

– ¡Los de atrás sois una pandilla de cabrones, los del medio … unos maricones y los de delante … unos hijos de puta!

El conductor, con un frenazo, para en seco el vehículo, agarra al borracho por la solapa y le dice:

– A ver, repite si tienes huevos … ¿Quienes son los hijos de puta, los maricones y los cabrones?

A lo que el borracho le responde:

– ¡Y yo qué sé! ¡Con el frenazo que has dado … están todos mezclados!

Vaya con el del Registro

– ¿Nombre?

– Jojojojojojo José Heredia

– Perdón. ¿Es usted tartamudo?

– Yo no, mi padre … y el del Registro, un hijo de puta.

Fort Barbate

La historia norteamericana no ha hecho justicia suficiente a los héroes de Fort Barbate, un enclave de la frontera, una punta de lanza en pleno territorio sioux en los tiempos en que las luchas con las naciones indias estaban en su pleno apogeo.

Una de las causas de este olvido es que este emplazamiento militar tuvo una existencia relativamente corta, pues en el primer embate del enemigo la instalación fue destruida completamente y sus inquilinos aniquilados.

Unos inquilinos muy peculiares ya que todos eran de origen andaluz, mayoritariamente, de Barbate y de Zahara de los Atunes, y por ello fue bautizado con este nombre.

Estas buenas gentes carecían de una instrucción militar como era necesaria y junto con la barrera del idioma fueron clave para que los mandos militares concentrasen este grupo en una sola compañía con sede en el fuerte.

El único superviviente de la masacre de Fort Barbate, un joven cocinero, narró los hechos tal y como acontecieron y, vistos en perspectiva, no extraña la magnitud de la tragedia. Por lo visto el vigía de guardia avisó al oficial al mando:

– ¡Mi capitán, mi capitán!

– ¿Qué paza, pisha?

– ¡Que vienen lo’indio!

– ¿Y vienen en plan de guerra?

– ¡Uy, no! Vienen en plan cashondeo porque vienen toó mú pintao.

El piloto de Lepe

Un lepero consigue obtener la licencia de piloto comercial de lineas aéreas. Su primer vuelo tiene como destino a las Islas Fëroe y es advertido por otros pilotos de la dificultad del aeropuerto, siempre oculto por la niebla y con una pista pero que muy corta.

Llegando a su destino, el avión se encuentra con una espesa niebla que obliga al piloto a realizar la maniobra de aterrizaje bajo su intuición y lo logra con relativo éxito ya que en lugar de hacerlo a lo largo de la pista lo hace a lo ancho con un frenazo en seco que provoca contusiones múltiples en tripulación y pasaje.

Al frenar el aparato, el lepero ve pista a su derecha y a su izquierda, exlamando:

– ¡Corta lo é, pero ancha de cohone!!!

Mr. Pollas

Un hombre entra en una farmacia:

– ¿Hay ampollas?

– Ah!, good morning, Mr. Pollas. How are you?

El loro del burdel argentino

En la segunda mitad de los años 50 del siglo pasado se celebró una boda en Buenos Aires. La novia, una joven de la alta burguesía platense, quiso celebrar el evento en el domicilio de sus padres, una magnífica villa cuyo hall estaba presidido por una inmensa y decorada jaula, residencia de un loro multicolor del Rio de la Plata.

Sucedió que en la vigilia del casamiento, el ave falleció. Para no sumir a en la depresión a la novia en el mismo día de su boda, el hermano de ésta – conocedor de todos los lupanares de la ciudad – recordó que en el burdel regentado por Madame Rossi había un loro similar. Acudió raudo al prostíbulo y consiguió en préstamo al loro.

Las nupcias se celebraron con todo el lujo y boato que la ocasión merecía con la satisfacción de invitados y anfitriones, salvo el loro multicolor que estaba visiblemente nervioso yendo de un lado para otro de su jaula dorada.

La novia, percibiendo el azoro del animal, se acercó a la jaula:

– Decime, lorito bonito, ¿qué carajo te pasa?

El loro, enojado, responde:

– Ché, a los clientes los conocí pero … ¡las putas me las cambiaron todas!

¡Vaya noticias!

– Tengo una buena y una mala noticia. ¿Por cuál empiezo?

– Por la buena.

– He dejado las drogas.

– ¡Bien!! ¿Y la mala?

– ¡Joder, que no sé dónde las he dejado!

¡Pobres riojanas!

En la década de los 60 del siglo pasado, en un colegio/internado de cierta congregación religiosa para señoritas se celebra la fiesta de fin de curso con variedad de representaciones musicales y artísticas. Al final de éstas, una espontánea alumna salta al escenario con un inusitado entusiasmo:

– Yo, que soy de León, … ¡os entrego el corazón!!!

Aplausos y vítores. Sube otra al entarimado.

– Yo, que soy de Almeria, … ¡os doy el alma mía!!!

Como un resorte, se levanta la Madre Superiora y ordena:

– ¡Las de Logroño a la cama!!

A granel

–  Telepizza, ¿qué desea?

–  Magdalenas … no te jode!

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Entra un ciego en una cocina y tocando un rallador dice…

–  ¿Pero … quién ha escrito esta gilipollez???

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Está un tío en una discoteca y le pregunta a un camarero:

– Por favor, ¿la salida?

– La rubia del vestido rojo.

– No, coño, ¡la de emergencia!

– La gorda de gafas.

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Un borracho increpa a una joven cuando pasa por delante suyo:

– ¡Fea!

– Y tú … ¡borracho!

– Si … pero a mi mañana se me pasa.

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– Y a ti … ¿qué te molesta más, la ignorancia o la indiferencia?

– ¡Ni lo sé ni me importa!

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– ¡Abueeeeelooooo! ¿Has visto unas pastillitas que tenia yo en mi mesilla?

– Nooooo … ¿y tú has visto el pedazo de dinosaurio que hay en el pasillo?

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Un hombre camina desnudo por la calle y se tropieza con un elefante. Al verlo, éste le interpela:

– ¿Y tú respiras con esto?

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– Papá, papá .. ¿qué está más lejos, Cuenca o la luna?
– A ver, niño, ¿tu vés Cuenca?

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El avión de Buenos Aires

Un argentino, en el aeropuerto de Barajas, se dirije al mostrador de Iberia para obtener información:

– Esteeeee …, por favor, señorita. El avión procedente de Buenos Aires, ¿A qué hora llega?

– ¡Uy! Este avión viene demorado.

– Esteeeee …, bonito color, señorita, pero … ¿A qué hora llega?

La chica frúgil

Una chica confesándose.

– Padre he pecado

– Bueno hija, dime

– El otro día, me encontré con un amigo, tomamos un café en su casa e hicimos el amor. Y como yo soy tan frúgil …

– Frágil, hija, se dice frágil – dice el cura.

– Bueno, pues eso. Al día siguiente me pasó lo mismo con otro amigo, y como yo soy tan frúgil…

– Frágil, hija, frágil – repite dice el cura.

– Y ayer estaba con mi novio, y fuimos a su casa y como yo soy tan… ¡ay! ¿Cuál es esa palabra, padre?

– Puta, hija, puta.

El de Lepe y el de Leganés

Se encuentran dos.

– Y tú, ¿De dónde eres?

– De Lepe.

– ¡Vaya mierda pueblo!¡Sólo servís para los chistes!

– Y tú, tan listo, ¿De dónde eres?

– De Leganés.

– ¡Vaya mierda monstruo y vaya mierda lago!

Oposiciones a capataz

El Ministerio de Obras Púbicas convoca unas oposiciones abiertas a capataz de obra mediante un examen oral individual. En el dia de la prueba existe una gran expectación y nerviosismo entre los opositores que forman una larga cola ante la entrada del tribunal.

– Que pase el primero – ordena el bedel.

– ¡Suerte, tú! – le desea el segundo al primero.

Una vez ante el tribunal:

– A ver, díganos Usted, una cosa con suela que se pone en los pies y sirve para andar.

Al cabo de 45 segundos de cavilación sin respuesta alguna:

– ¡Suspendido! La respuesta correcta era zapato. ¡Siguiente!

Al salir, el primero se encuentra con el segundo:

– ¿Qué? ¿Cómo ha ido?

– Mal, hombre. Se te enrollan mucho pá preguntarte lo que es un zapato. ¡Vete concuidado que estos van a por ti!.

Entra el segundo en el tribunal.

– A ver, díganos Usted una cosa de madera con cuatro patas y rodeada de sillas.

El aspirante, con cara de pillo, interpela al tribunal.

– ¿Tiene cordones?

– No

– ¡Mocasines!

Uno de cabreado

– ¡Mamá! ¡Me voy de caza!

– No te olvides la escopeta.

– ¡No, ez que me voy para ziempre!

El inspector de Sanidad

Una pareja está en la cama cuando, de repente, se oye un ruido:

– ¡Uy! ¡Mi marido!¡Métete bajo la cama!

El hombre, haciendo caso omiso, salta de la camisa y empieza a dar palmas … ¡Clap, Clap, Clap! … mientras el marido entra en escena:

– Y ése … ¿Qué hase aquí?

– Musho cuidao conmigo que zoy inspectó de zanidá de la hunta y he venío a matá la poliya.

– ¿Y mata la poliya asín, en pelota picaá?

– ¡Ahi vá, ya ze me han comio er traje!

El ginecólogo sarcástico

Una chica visita a su ginecólogo para que la revise pues dice que no se siente bien. Éste la examina y le dice:

– Señorita, ¡Felicidades!, Va a ser Usted madre.

Ella muy enojada le dice:

– ¡Imposible!. ¡Jamás me ha tocado un hombre en mi vida!

Entonces, el médico se dirige al mueble archivo, de donde toma unos prismáticos y se pone a mirar por la ventana hacia el cielo.

La mujer muy extrañada le dice:

– ¿Qué hace usted mirando por la ventana?

El médico le responde:

– Señorita, la última vez que pasó un caso como el suyo fue hace 2.000 años y vinieron tres reyes magos. ¡Esta vez no me quiero perder el acontecimiento!.